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Las adaptaciones de videojuegos a películas y series han ganado popularidad en los últimos años, logrando éxito tanto comercial como crítico. Capcom, reconocida por franquicias como Street Fighter y Resident Evil, ha dependido de productoras externas para estas adaptaciones. Sin embargo, la compañía japonesa ahora busca asumir el control total de sus proyectos audiovisuales.

En una reciente sesión con inversionistas, Capcom reafirmó su compromiso con el formato físico y la producción regular de nuevos videojuegos de Mega Man. Además, destacó la importancia de los proyectos de autoproducción para hacer rentable su negocio audiovisual. Capcom señaló que estas adaptaciones pueden atraer a una audiencia no familiarizada con los videojuegos.

Como ejemplo, mencionaron la película live-action de Street Fighter de 1994, protagonizada por Jean-Claude Van Damme, que aún genera ingresos significativos. A pesar de sus planes de autoproducción, Capcom ha colaborado con Legendary Entertainment para una nueva adaptación de Street Fighter, con estreno previsto para el 20 de marzo de 2026, aunque los directores originales abandonaron el proyecto por conflictos de agenda.

Capcom ha experimentado con diversas adaptaciones de sus propiedades intelectuales, desde la infame película de Street Fighter hasta la serie de Netflix sobre Resident Evil. A pesar de que estos proyectos no siempre han sido bien recibidos por la crítica, algunos han logrado convertirse en obras de culto y mantener una base de fans leales.

La compañía japonesa también está interesada en explorar nuevas formas de adaptar sus juegos a otros formatos. Durante la sesión de preguntas y respuestas con los inversionistas, Capcom mencionó su intención de diversificar y expandir sus franquicias a través de nuevos medios. Esto podría incluir series animadas, películas y otros proyectos audiovisuales que permitan a la compañía explorar diferentes narrativas y estilos visuales.

Además, Capcom ha mostrado interés en colaborar con talentos emergentes y estudios independientes para desarrollar nuevas adaptaciones. Esto no solo permitiría a la compañía mantener el control creativo de sus propiedades, sino también fomentar la innovación y creatividad en la industria del entretenimiento.

En resumen, Capcom está comprometida con la autoproducción de sus adaptaciones cinematográficas y televisivas, lo que representa una oportunidad para mostrar sus franquicias a una audiencia más amplia y diversa. Con una combinación de proyectos propios y colaboraciones estratégicas, la compañía japonesa busca solidificar su presencia en el mundo del entretenimiento audiovisual.