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Dwayne Johnson quiere más que taquilla, y The Smashing Machine parece ser su carta más seria para conquistar a la crítica y, quizás, a la Academia. El primer tráiler del biopic sobre el legendario luchador de la UFC Mark Kerr ha dejado claro que esta no es otra película de acción más, sino un drama físico y emocional que podría marcar un giro decisivo en la carrera del actor.
Alejado de su imagen habitual, Johnson aparece irreconocible: con un cuerpo menos idealizado, un rostro golpeado por el desgaste emocional y una interpretación más contenida que explosiva. La cinta, dirigida por Benny Safdie en su debut en solitario y producida por A24, se mete de lleno en la vida real de Kerr, ídolo de las artes marciales mixtas que lidió con adicciones, conflictos personales y una fama que lo devoró por dentro.
Johnson no solo se transforma físicamente, también asume un riesgo interpretativo inusual en su filmografía. La película explora zonas oscuras del personaje —y del actor— que rara vez se han visto en pantalla. Emily Blunt, como la pareja de Kerr, completa un reparto que apunta alto en la próxima temporada de premios.
Más de dos décadas después del documental de HBO que inspiró esta ficción, The Smashing Machine reabre la historia con un enfoque íntimo y devastador. Para Johnson, es una apuesta por demostrar que puede ir más allá del héroe musculoso: quiere ser tomado en serio como actor dramático.
¿Será este el papel que finalmente lo lleve a los Oscar? Las primeras imágenes ya han desatado las comparaciones con otros casos similares de transformación que la Academia suele premiar. Por ahora, lo cierto es que Dwayne Johnson acaba de entrar en una nueva liga.