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La huelga de miles de guionistas de cine y televisión en Estados Unidos ha puesto en jaque a la industria del entretenimiento desde la semana pasada.
Unos 11.000 miembros del Sindicato de Guionistas de EE.UU. (WGA, por sus siglas en inglés), votaron a favor de la huelga a partir de la medianoche del lunes. Los guionistas acordaron dejar de trabajar después de que se rompieran las conversaciones con los principales estudios sobre sus salarios.
Este es un hecho significativo ya que la última vez que los guionistas se declararon en huelga en el año 2007, la industria tu pérdidas que se estiman entre los US$2.000 millones para la industria. Esto afectó notoriamente la calidad de los guiones de series exitosas como Héroes y Lost, y obligó al creador de Breaking Bad a realizar cambios en su historia.
Esta vez, los guionistas se enfrentan a la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, por sus siglas en inglés), que representa a los principales estudios, incluidos Amazon, Disney, Netflix y Paramount, en demanda de salarios más altos y una mayor participación en las ganancias del streaming actual. Tradicionalmente, los guionistas recibían una remuneración residual cuando un programa escrito por ellos se vendía para volver a emitirse en sindicación o por cable básico. Ha sido una importante fuente de ingresos para muchos guionistas a lo largo de los años.
El Sindicato de Guionistas también propuso regular el uso de la llamada IA generativa en las salas de escritores, evitando que la IA “escriba” o cambie el material cubierto por el Acuerdo Básico Mínimo, evitando que se use como material de origen de las adaptaciones y asegurando que no se utilizará para entrenar estos programas. La AMPTP respondió ofreciendo “reuniones anuales para discutir los avances tecnológicos”.
Es probable que la lucha continúe durante algún tiempo, especialmente porque la primera gran parte del apalancamiento de la WGA durante la temporada televisiva de otoño no se verá seriamente amenazada durante algunas semanas. Pero los escritores no van a ninguna parte, como los miembros de WGA han dicho repetidamente en el período previo a la huelga, las demandas que están haciendo son existenciales. Es solo una cuestión de cuánto tiempo les lleva a los estudios darse cuenta de eso y tratar a sus trabajadores como se merecen.