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Chuck Berry, el indiscutible pionero del rock and roll, ha sido descrito por Paul McCartney como “un mago” de la guitarra, una figura que marcó un antes y un después en la historia de la música. En una reciente declaración, McCartney reflexionó sobre la profunda influencia que Berry tuvo en su vida y en la de innumerables jóvenes de su época.
Berry, conocido por su estilo único y su habilidad para combinar riffs de guitarra electrizantes con letras narrativas, dejó una huella imborrable en el mundo del rock. Su tema “Sweet Little Sixteen” no solo fue una introducción musical inolvidable, sino también un catalizador para la carrera de muchos músicos jóvenes en Liverpool, incluidos los Beatles.
“Desde el primer minuto que escuchamos la gran introducción de guitarra de ‘Sweet Little Sixteen’, nos convertimos en fanáticos del gran Chuck Berry”, recordó McCartney, quien compartió cómo la música de Berry se convirtió en una influencia primordial en su carrera. “Sus historias eran más como poemas que como letras, como fue el caso de ‘Johnny B. Goode’ o ‘Maybellene’”.
Berry, con su estilo de guitarra característico y sus letras poéticas, no solo definió el rock and roll, sino que también inspiró a una generación de músicos que se encontraban en busca de un nuevo sonido. Su habilidad para contar historias a través de su música y su presencia en el escenario le ganaron un lugar especial en el corazón de McCartney y en el de muchos otros.
El legado de Chuck Berry, que abarca más de seis décadas de influencia musical, sigue vivo en cada riff de guitarra y en cada letra que narra una historia, recordándonos el impacto duradero de su genio creativo. Para Paul McCartney y muchos otros, Berry será siempre recordado como el mago que transformó el rock and roll en un arte inmortal.