Motorola acaba de presentar la décima generación de sus Moto G, que llega totalmente renovada y se compone, por ahora, de cuatro terminales: Moto G 10 y G30, recientemente presentados; y los nuevos Moto G50 y Moto G100, protagonistas de la presentación de hoy.
Y vaya por delante que el último de ellos no tiene absolutamente nada que ver con los demás, ni tampoco con los clásicos y exitosos terminales anteriores de la familia G, que durante años han sido los auténticos «reyes» de la gama media hasta que empezó el desembarco en Europa de toda una legión de marcas chinas (con teléfonos buenos y baratos).
Moto G100, una nueva «bestia» llega al mundo
Pero Motorola ha decidido no rendirse. Y la nueva generación de Moto G se divide claramente en dos subcategorías: Tres Moto G que siguen en la línea (y los precios) clásicos de la familia, y un Moto G100 que apunta, claramente, a la gama alta, o por lo menos a una gama media fuertemente vitaminada.
¿Una prueba?
La incorporación en el nuevo G100 de un procesador Qualcomm de la serie 8, la más potente de las que el fabricante norteamericano de chips tiene en el mercado. Se trata del nuevo Snapdragon 870 5G, destinado solo a los móviles más poderosos, excepto los buques insignia de los diversos fabricantes, y que Motorola ya había lanzado en el mercado chino en enero de este año en su Moto Edge S.
Se trata de un procesador 5G fabricado con tecnología de 7 nanómetros, con 8 núcleos que corren a una velocidad de hasta 3,2 GHz y que muy bien podría considerarse como el ‘hermano menor’ del Snapdragon 888, el que montan prácticamente todos los topes de gama de este año.
El procesador gráfico es un poderoso Adreno 650, y entre sus capacidades están, por ejemplo, la de permitir pantallas QHD+ con tasas de refresco de hasta 144 Hz, o ser compatible con cámaras de hasta 200 megapíxeles, capaces de grabar vídeos en 8K a 30 imágenes por segundo (en 4K a 120 imágenes por segundo).
Toda una ‘bestia’, pues, que llega acompañada por una memoria RAM de 8 GB y 128 GB de espacio para almacenamiento, ampliable hasta un TB con tarjetas de memoria externas. Con estos números, desde luego que cuesta trabajo considerarlo como un terminal más de gama media.
El nuevo Moto G100, además, puede conectarse con la nueva plataforma de la marca, Ready For, que amplía muchas de las funciones del teléfono. Por ejemplo, el ‘Modo escritorio’ del terminal permite conectarlo a una pantalla y trabajar sobre ella con un teclado y un ratón convencionales, como si de un ordenador se tratara.
De este modo, podremos conectarnos en gran formato no solo con nuestras aplicaciones profesionales, sino también con nuestros juegos de móvil preferidos.
Cuatro cámaras muy versátiles
Más propia de la gama media es también la configuración de las cámaras. El Moto G100, en efecto, incorpora una cuádruple cámara trasera con un sensor principal de 64 megapíxeles, un ultra gran angular de 16 megapíxeles, una lente macro de 2 megapíxeles, rodeada por un aro de luz que ilumina el sujeto y permite acercarse a él hasta menos de un cm, y una cámara TOF de 2 megapíxeles, que lanza haces de infrarrojos para medir con exactitud la profundidad y la distancia de la escena que queremos fotografiar, con independencia de cuántos objetos haya en esa escena.
La tecnología Quad Pixel de la cámara principal une los píxeles en grupos de cuatro que se comportan como uno solo, más grande y capaz por tanto de captar más luz y más detalle, lo que redunda en una mejor calidad de las imágenes y en la mejora del modo noche.
Siempre en el apartado de fotografía, sorprende una doble cámara frontal, con los sensores situados bajo dos pequeñas perforaciones paralelas en la parte superior izquierda de la pantalla. El sensor principal es de 16 megapíxeles, y viene acompañado de un gran angular de 8 megapíxeles. Juntas, las dos cámaras permiten hacer selfies panorámicos o grupales, y aplicar novedosos efectos a las autofotos.
Moto G50, con prestaciones más que suficiente
Algo más convencional, aunque con algunos puntos sobresalientes, es el nuevo Moto G50, que está más en la línea de los modelos anteriores. El terminal monta, en efecto, un procesador menos potente, el Qualcomm Snapdragon 480 5G, más modesto que el 870 pero que también permite conectarse con las redes ultrarrápidas y, al mismo tiempo, mantener su precio dentro de los estándares habituales de la categoría.
La pantalla, de 6,5 pulgadas Max Vision HD+, también llega con una relación de aspecto de 20:9 y una tasa de refresco de 90 Hz, algo que permite tener bien enfocada una imagen incluso si el sujeto está moviéndose muy rápido.
En cuanto a las cámaras, en este modelo las traseras se han reducido a tres. El sensor principal es de 48 megapíxeles (con la anteriormente mencionada tecnología Quad Pixel), y llega acompañado por una lente macro de 2 megapíxeles y un sensor TOF, también de 2 megapíxeles, para captar la profundidad. La batería, por su parte, mantiene los 5.000 miliamperios del modelo superior.
Todos los terminales de Motorola incluyen My UX, la clásica capa de software de Motorola sobre el sistema operativo Android, que permite, por ejemplo, deslizar la pantalla para dividirla en dos y ver una app en cada mitad, activar la cámara desde el modo reposo con un simple giro rápido de muñeca o encender la linterna sacudiendo el móvil dos veces de arriba abajo.