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Uno de los mitos más extendidos en el mundo de los teléfonos celulares es la creencia de que cerrar todas las aplicaciones en segundo plano mejora el rendimiento del dispositivo y reduce el consumo de la batería. Sin embargo, esta práctica no es necesaria en los iPhones y puede que incluso tenga efectos contraproducentes.

¿De dónde proviene este mito? Es posible que se haya originado a partir de una mala interpretación de cómo funcionan las computadoras. En esos dispositivos, tener muchas aplicaciones abiertas puede afectar el rendimiento y el consumo de recursos. Sin embargo, los sistemas operativos de escritorio y móviles no operan de la misma manera.

Craig Federighi, vicepresidente de ingeniería de Apple, desmintió este mito al explicar que las aplicaciones en segundo plano en los iPhones están prácticamente inactivas. El teléfono simplemente muestra una captura de pantalla para simular que están activas, pero en realidad están congeladas. Por lo tanto, cerrarlas manualmente no mejora el rendimiento ni reduce el consumo de batería, e incluso podría consumir más energía que dejarlas en segundo plano.

En cuanto al rendimiento general del teléfono, Federighi señaló que iOS administra la memoria RAM de forma automática y eficiente, sin necesidad de intervención por parte del usuario. Por lo tanto, cerrar aplicaciones en segundo plano no tiene ningún beneficio.

En lugar de cerrar todas las aplicaciones en segundo plano, es recomendable desactivar la actualización automática de aplicaciones en segundo plano. Esta acción evita que las aplicaciones realicen descargas e instalaciones en segundo plano, lo cual puede afectar el rendimiento del dispositivo.