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Un error significativo en la alarma del iPhone ha causado que miles de personas lleguen tarde al trabajo y a otros compromisos importantes. Este fallo, surgido con la última actualización de iOS 17, ha afectado a usuarios en Estados Unidos y otros países del mundo, mostrando la alarma en la pantalla sin emitir sonido alguno. Aquí te contamos más sobre el problema y cómo puedes manejarlo mientras esperas una solución de Apple.

El error parece estar relacionado con la actualización a iOS 17.4.1, y se intensificó tras el cambio de hora en mayo en algunos países. El fallo específico hace que la alarma se muestre en pantalla a la hora programada pero sin reproducir sonido, lo que ha llevado a muchos a cuestionarse si simplemente no la escucharon. Este problema ha sido especialmente prevalente en versiones recientes del sistema operativo y ha generado una oleada de quejas en las redes sociales.

Fuentes internas de Apple han reconocido el problema y han anunciado que se incluirá una solución en la próxima actualización de software, posiblemente iOS 17.5. Sin embargo, hasta entonces, los usuarios deberán encontrar maneras alternativas de asegurarse de despertarse a tiempo. Apple no ha proporcionado una fecha específica para esta actualización, lo que ha aumentado la frustración entre los afectados.

Para evitar que el error de la alarma afecte tu rutina diaria, puedes desactivar la función de detección de atención en tu iPhone. Esta función ajusta el volumen de notificaciones y llamadas cuando estás mirando el dispositivo, y parece estar vinculada al error de la alarma. Deshabilitando esta opción, tu alarma debería funcionar con normalidad hasta que llegue la actualización. Otra recomendación es utilizar un dispositivo de alarma tradicional o configurar alarmas adicionales en otro dispositivo, como un Apple Watch, que no se ha visto afectado por este error.

Este fallo no solo ha afectado la puntualidad de los usuarios sino que también ha planteado dudas sobre la confiabilidad de los dispositivos que muchos consideran esenciales en su vida diaria. La dependencia de la tecnología para funciones básicas como despertarse ha quedado en evidencia, destacando la necesidad de contar con respaldos tradicionales en situaciones críticas.