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La ciudad de Nueva York ha decidido tomar medidas drásticas en su lucha por controlar el aumento desenfrenado de los precios de alquiler, que se ha convertido en un grave problema para sus residentes. En un intento por abordar este problema, la ciudad ha puesto su mirada en Airbnb, la principal plataforma de alquiler turístico, imponiendo restricciones significativas en su operación.

¿Qué medidas ha tomado Nueva York contra Airbnb?

A partir del 5 de septiembre, Nueva York comenzará a aplicar una serie de limitaciones que cambiarán drásticamente el panorama del alquiler a corto plazo en la ciudad. La principal restricción es que Airbnb solo podrá ofrecer alojamientos completos para estancias superiores a un mes. Esto significa que ya no será posible alquilar un apartamento entero por solo una semana o unos días, lo que afectará directamente a muchos anfitriones y turistas que preferían esta modalidad.

¿Cómo afecta esto a los anfitriones?

Todos los anfitriones ahora deberán registrarse y asegurarse de que su actividad sea legal. Aunque esta medida busca garantizar la seguridad y el cumplimiento de las normas, desde Airbnb se ha criticado este proceso por considerarlo invasivo y potencialmente burocrático. Sin embargo, hay una excepción a la regla: si el propietario vive en el alojamiento y no hay más de dos visitantes, se permitirán estancias cortas.

¿Cuál es la filosofía detrás de estas restricciones?

El objetivo principal detrás de estas medidas es desincentivar el alquiler a corto plazo y, por ende, el alquiler turístico. Esto se debe a que la disponibilidad de alojamientos enteros en plataformas como Airbnb ha contribuido al aumento de los precios de alquiler en las grandes ciudades. Con estas restricciones, se espera que Airbnb regrese a sus raíces, centrando su oferta en la hospitalidad del anfitrión y no solo en el alquiler de propiedades.

Otras ciudades con posibles restricción a Airbnb

La nueva normativa ha sido descrita por algunos representantes de Airbnb como un “veto” al alquiler a corto plazo. Además, la empresa ha expresado su preocupación por el retraso en la concesión de permisos debido a la falta de personal en la administración municipal. A pesar de estos desafíos, la ciudad se ha comprometido a acelerar las tramitaciones y a trabajar en conjunto con la plataforma para garantizar el cumplimiento de las nuevas regulaciones. El desafío que enfrenta Nueva York con los precios de alquiler no es único. Otras ciudades alrededor del mundo están experimentando problemas similares y están observando de cerca las medidas tomadas por Nueva York. Ciudades como Nueva Orleans, Filadelfia y Dallas también están considerando implementar restricciones similares para abordar el problema del alquiler.