Your browser doesn’t support HTML5 audio
Los Juegos Olímpicos París 2024 iniciaron con una espectacular ceremonia de inauguración que celebró la rica historia francesa. Un momento destacado para los fans de los videojuegos fue un guiño a la franquicia Assassin’s Creed, que emocionó a muchos espectadores.
Un Guiño a Assassin’s Creed en la Inauguración de París 2024
Durante la ceremonia, se incluyeron segmentos dedicados a la Revolución Francesa. En uno de estos segmentos, un encapuchado portando la antorcha olímpica realizó movimientos de parkour sobre los techos de París. Este acto fue rápidamente identificado por los fans como una referencia a Assassin’s Creed, especialmente a la entrega Assassin’s Creed Unity de 2014, que está ambientada en la Revolución Francesa. Aunque oficialmente el encapuchado representaba al Fantasma de la Ópera, la reacción en redes sociales por parte de Ubisoft y Assassin’s Creed fue positiva, señalando el impacto de la franquicia en la cultura popular.
Assassins creed at the Paris 2024 Olympics is so amazing. pic.twitter.com/TUxeEs1uof
— Hkohles1gaming (@Hkohles1gaming) July 27, 2024
La Reacción de Ubisoft y la Comunidad de Jugadores
Las cuentas oficiales de Ubisoft y Assassin’s Creed en X (anteriormente Twitter) respondieron con entusiasmo, celebrando el guiño no oficial a la franquicia. Sin embargo, algunos fans expresaron su descontento porque en la ceremonia se presentaron los Minions de Mi Villano Favorito en lugar de los Rabbids de Rayman, una franquicia que también nació en Francia.
— Ubisoft (@Ubisoft) July 26, 2024
Comparación con Tokio 2020
Este momento contrasta con la clausura de los Juegos Olímpicos de Río 2016, cuando el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, apareció disfrazado de Super Mario para promover Tokio 2020, acompañado de personajes icónicos del anime y los videojuegos japoneses. Esta presentación directa y oficial dejó una impresión duradera y destacó la importancia de los videojuegos en la cultura japonesa.
Conclusión
La ceremonia de inauguración de París 2024 no solo celebró la historia y la cultura francesa, sino que también rindió un inesperado homenaje a la popular franquicia de Ubisoft, Assassin’s Creed, demostrando una vez más la influencia duradera de los videojuegos en eventos globales y culturales.