La compañía de Kioto quiere poner en el mercado antes de que termine 2021 una versión de su consola con pantalla de tipo OLED y mayor tamaño que la actual. En concreto, Samsung sería la compañía encargada de facilitar los paneles que, según se espera, tendrán una diagonal de 7 pulgadas. Algo por encima de las 6.2 que tiene la actual versión híbrida de la máquina y las 5.5 de Lite, el modelo pensado solo para juego portátil.
También se apunta que Nintendo tiene pensado que la nueva Switch ofrezca gráficos en calidad 4K cuando está conectada al televisor. Una novedad que permitiría a la compañía japonesa seguir siendo competitiva en el mercado durante el futuro a medio plazo.
Especialmente si tenemos en cuenta las enormes dificultades que están experimentando tanto Sony, con su PlayStation 5, como Microsoft, con sus Xbox Series X y S, para colocar sistemas de nueva generación en el mercado. Un problema que, con el tiempo, terminará desapareciendo.
Sea como fuere, no han sido pocos los analistas que llevan años señalando la posibilidad de que Nintendo lance al mercado una nueva versión de Switch más potente. Algo que desde la empresa siempre se ha negado, aunque cada vez con la boca más pequeña. Y es que la brecha tecnológica que separa Switch de sus competidoras en el mundo del ‘hardware’, que ya era grande respecto a PlayStation 4 y Xbox One, se ha acentuado mucho más con la llegada de la novena generación de consolas.
A pesar de ello, la máquina de Nintendo ha experimentado durante 2020, tiempo de pandemia, uno de sus mejores años a nivel comercial. La empresa japonesa lo cerró con unas ganacias de 5.000 millones de dólares (4.134 millones de euros) y, en estos momentos, ya ha conseguido vender cerca de 80 millones de modelos de la máquina híbrida. Unas cifras que, de seguro, seguirán engordando durante los próximos años si finalmente llega la versión premium.