En los últimos días me he pegado un ‘maratón’ de Netflix . Más de ocho horas. Algunos pensarán que es más bien poco. Pero para alguien que no se ha convertido en uno de los capítulos a lo largo de la semana, se siente como un ‘medio fondista’ de la serie. ¿La Razón? No ha sido que haya aparecido el megaestreno que tiene con el mono todo el día deseando la siguiente dosis de la historia. Ha sido por probar un móvil. El Xperia XZ3. Lo último de Sony. Concretamente su pantalla, que parece ser el eje central de este ‘teléfono inteligente’ de seis pulgadas.
La factoría nipona tiene que reverdecer los lazos de cuando era una de las tres mayores vendedoras de móviles en el mercado patrio. Pero no quiero quedar en el papel de figurante, ni tampoco pasar inadvertido ante las actuaciones de protagonistas como Apple, Samsung o Huawei. Tampoco quiere quedar sepultada entre la avalancha de los ‘nuevos’ fabricantes chinos y quedar condenada a un ostracismo total. La competencia es dura. Durísima. Dos o tres pasos en un falso o un error en lo fundamental te puede mandar a la zona de descenso. Pasó unos días con este Xperia XZ3 . Y esto es lo mejor y lo peor de mi experiencia.
Cómo hemos cambiado (y menos mal)
Cristal templado como ingrediente básico de la receta. Pero con otro punto de cocción. El Xperia XZ 3 es bonito. Muy bonito. Al César lo que es del César. De la misma manera que se cuestionaba a la factoría nipona por estirar el chicle de sus anteriores diseños hasta rozar lo anodino y la monotonía, ahora hay que aplaudir el cambio. En febrero, con el XZ2, ya metieron la ‘patita’ en eso de las pantallas sin marcos, pero ahora lo han mejorado.
¿Y Como? Emulando la apuesta que Samsung hizo en su día. Un panel curvo. Es cierto que este recurso ya no tiene el efecto ‘wow’ de antaño, pero la verdad que el mete ‘kilates’ en el aspecto del móvil cuando se habla de elegancia. Si pulsa un par de veces en cualquiera de las curvas (“¿ehhh ?, alguien ha pensado en los zurdos, ¡bien!”) Aparece un menú con aplicaciones y otras opciones. Estos bordes también se pueden programar para que funcionen.
La pantalla supera el 80% de la cara A de este Xperia XZ3. Se puede todavía ganar (bastante) en el borde superior e inferior de cara a las próximas ediciones. Pero luce bien. Todos los botones (encendido, volumen y el botón físico para la cámara) están en el lado derecho. En el borde superior, está la bandeja para la SIM y para la microSD, a la que se accede con una pestaña de toda la vida. No tendrás que pedir un pinchito si no lo tienes a mano. Se mantiene la resistencia IP68. También se mantiene Sony firme en lo de quitar la conexión ‘jack’ para los auriculares. ¡Muerte a los cables! (no a todos, a los de los cascos, de momento).
No se puede negar que se puede sentir algo grueso (9,9 milímetros) o pesado (193 gramos) cuando se toquetea por primera vez. Aun así, se siente cómodo en la mano. Algunas personas, un par con las manos pequeñas, se han comunicado al sostener. Pero lo hacen casi siempre.
Aunque globalmente es un buen trabajo, hay que sacarle algunos peros. El primero, la cantidad de huellas que atrapa. Un imán. Algo que te obliga a pasar un tiempo para limpiarlo más a menudo que te gustaría, especialmente si tienes las manos grasas.
Lo segundo: su acabado y su espalda, ligeramente curvada, hacen que sea un terminal con ciertas tendencias suicidas. Si no lo dejas en la superficie correcta, corre peligro de deslizarse y darte un sustito. Pero no es el único. Les pasa a muchos otros.
Aunque nunca he visto un gran inconveniente, la posición de la cámara, el sensor de huellas , el tema de la pregunta. Sobre la biometría, poco que decir. Funciona bien y se configura fácilmente. Faltaría más a estas alturas.
Una pantalla de primera
OLED . Llevamos mucho hablando de este material … en las televisiones. En móviles no tanto, aunque ya sea un requisito indispensable en la gama alta. LG, Samsung, Apple, Google, Huawei… y Sony ahora. Es la primera vez que los nipones se refieren a este tipo de pantalla. No se pierda la mano que tiene su división de electrónica de consumo, encargándose de muchas otras cosas de sus teles. No hay que olvidar que la factoría japonesa fue la que enamoró a Steve Jobs, quien llegó a afirmar que esa compañía tenía todos los mimbres para ser lo que acabó siendo Apple.
Las pantallas de los últimos años funcionaron bien, pero no enamoran. Siempre había algo que objetar. Ahora esta OLED, que llega con la tecnología propia Triluminos, de seis pulgadas, es una de las mejores del mercado. Ofrece 2660 por 1440 píxeles de resolución.
Son unos guarismos superiores a los rivales de la talla del iPhone Xs o el Note 9. El brillo, sin embargo, no es especialmente espectacular, es suficiente para trabajar en interiores o en exteriores con luz ambiental muy fuerte. Tiene una gran reproducción de negros y colores. Mención aparte para el HDR. En el panel se muestra el trabajo y el mimo que se ha puesto en el panel. Sin lugar a dudas, lo mejor del XZ3 es la pantalla.
No me extraña lo más mínimo que se haya convertido en la piedra angular sobre la reposa el resto del discurso. Y ver series (ahora que se ha puesto en la moda lo que se descarga en los capítulos de Netflix para ‘chutártelos’ camino al trabajo) es algo que no me ha sido raro, a pesar de no ser fan de verlas en estos tamaños.
Esto suena bien
Suelo hablar antes de otras cosas que del sonido. Pero quiero dedicarle un pequeño comentario. Se oye bien para ser un móvil. Y esa es la experiencia de ver una serie. Soporta audio de alta resolución. Si eres de los que usan cascos inalámbricos (cada vez más probable, teniendo en cuenta que el conector es una especie en extinción), vendrás bien el códec LDAC de Sony, que mejora este tipo de transmisión. Cuenta con Bluetooth 5.0 y alcanza 1,2 gigas por segundo como velocidad máxima de descarga.
Mencionar aquí también el sistema de vibración para contenidos multimedia . Analiza mediante un algoritmo el sonido de las secuencias y crea movimientos para acompañarlo. Algo similar a lo que ocurre con los mandos de la PlayStation cuando se da un golpe o un terremoto, por ejemplo. Aquí viene bien para juegos. Pero no tanto para películas o series, donde hay veces que es demasiado continuo y se puede desconectar.
Velocidad de crucero
Los buques insignia de Sony, como viene siendo su tradición, hacen uso del motor estrella de Qualcomm. En este caso, el Snapdragon 845, un ‘octa-core’ que llega con una GPU Adreno 630. El tándem con 4GB de RAM sabe a poco, teniendo en cuenta que ya hay móviles más baratos que ofrecemos seis.
La memoria es de 64 GB, aunque el almacenamiento se puede ampliar hasta las 512 GB mediante tarjeta externa. Llega con Android 9.0 y la tradicional capa de personalización de Sony, que ha mejorado en los últimos años.
No es una experiencia lastrada. No hay trompicones señalables con un uso normal. Llega con velocidad de crucero. No es un bólido de los de estar en la ‘pole position’. Pero hablamos de un móvil que acaba de salir del horno. Donde se ve si la configuración es cuando pasa el tiempo. Lo cierto es que hay ciertas acciones, gestionar más de seis ‘aplicaciones’ ‘pesadas’ simultáneamente o lanzar la cámara, que podrían ser mucho más frescas.
¿Y la autonomía? Obviamente, si tiras de muchisimos videos o juegos, los fondos de 3.300 mAh echamos un vistazo a tu móvil más pronto que tarde el móvil a la corriente. Pero con un uso normal, controlando el brillo y los aspectos como la ubicación, se puede escuchar durante toda una jornada sin pasar demasiadas estrecheces. Siempre que no seas seas alguien, digamos, intenso con el móvil. Si llegas, siempre puedes tirar del modo ‘STAMINA’ para ahorrar batería. Volvemos a lo mismo. Cumple Pero no hay ni excentricidades ni grandes errores.
Este cesto con estos mimbres
Antes de hablar de la cámara, hablemos de Sony. Es el mayor fabricante y vendedor de sensores fotográficos del mundo cuando hablamos de móviles. Su trayectoria tanto en cámaras digitales como réflex es amplia. Por eso, siempre sorprende que no esté entre las candidatas a una mejor cámara del año. Es decir, tienes unos mimbres ideales pero no eres capaz de dar forma a un cesto que salga de la normalidad.
La del Xperia XZ3 tiene un único sensor de 19 megapíxeles. Tiene una lente de f / 2.0. Y estabilizador de imagen. La ‘aplicación’ ha sido simplificada. La cámara cumple, pero mucho de los pesos de este apartado. Se dice en un gran abanico de situaciones gracias al HDR, aunque no se definen tanto los detalles como el P20 Pro de Huawei o Xs de Apple.
Con las fotos nocturnas, tres cuartas partes de lo mismo. La falta, como se decida en el apartado anterior, algo que se hace a la hora de enfocar y disparar, y que en algunos tomas con movimiento, el resultado no es todo lo bueno que cabe esperar de una alta gama. Aquí va una muestra de fotos tomadas en diferentes situaciones.
El no contar con doble cámara supone ciertos sacrificios. Uno de ellos es renunciar al ‘zoom’ óptico. El otro es tener que entregarte al ‘software’ para lograr el efecto retrato. Y aquí los resultados se quedan más cortos de lo esperado. El tener doble cámara no significa nada. El mejor haciendo el ‘efecto bokeh’ es el Pixel 2 XL de Google, que tiene una única lente. Pero aquí el recorte es muy grueso, a veces emborrona partes del sujeto y otras enfoca a alguien que pasa por el fondo de la imagen. Deja escoger el grado de desenfoque una vez se ha capturado. Aquí van un par de ejemplos.
En el caso de la cámara frontal, tenemos un sensor de 13 megapíxeles, con apertura de f / 1.9. Le ocurre lo mismo que a la principal. Está en ese mismo punto de cumplir pero no impresionar. Y no hay que olvidar que hablamos de uno de los tres grandes pilares de todo el móvil.
En el caso del vídeo, es diferente. Si este es uno de tus intereses y necesitas grabar con alta calidad, tienes la posibilidad de capturar 4K HDR. También cuentas con supercámara lenta a 960 cuadros por segundo a 1080p. Es el único fabricante que alcanza estos guarismos en ‘cámara lenta’.
¿Merece la pena?
Cada vez me cuesta más recomendar un móvil sin hacer un cuestionario extenso. En la decisión de compra interviene más elementos que en una moción de censura con 84 diputados en el Congreso. Que si precio, que si rendimiento, que si diseño, que si tamaño de pantalla, que si batería … Son muchas las preguntas que responden antes de soltar 799 euros. Si tu principal prioridad es la pantalla, es una muy buena opción.
Si la fotografía (y en especial, el efecto del retrato) es indispensable para ti y tu cámara . En cambio, con el vídeo es una de las mejores opciones que te encuentras en el mundo móvil. Ocurre lo mismo con el rendimiento y la autonomía, si usted puede conformar con un correcto y no excelente, quizás este mar su móvil.
Sea como sea, se vuelve a demostrar que se ha convertido en un negocio en el que no se puede descuidar ningún aspecto, sino que también se puede encontrar una alternativa en poco tiempo.
FUENTE: TECNOLOGIA