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El sueño ha terminado. VShojo, la agencia que catapultó a la fama a algunas de las VTubers más grandes del mundo angloparlante, ha anunciado su cierre definitivo.
La noticia llegó a través de un comunicado de su CEO, Justin “Gunrun” Ignacio, quien asumió toda la responsabilidad por el colapso de la compañía en un texto de una honestidad brutal.
“VShojo ha fracasado, y yo he gestionado mal la empresa hasta llevarla a la situación que todos estáis presenciando”, arrancaba el comunicado, sin rodeos. Con estas palabras, “Gunrun” confirmaba el peor de los escenarios para una de las marcas más queridas de la comunidad VTuber.
La agencia, que nació con la promesa de un “enfoque centrado en el talento”, había recaudado la friolera de 11 millones de dólares. La idea era revolucionaria para el sector: ofrecer a las creadoras contratos con repartos de beneficios muy generosos, grandes inversiones en sus debuts, conciertos, eventos y, lo más importante, permitirles ser dueñas de su propia propiedad intelectual (IP). Un modelo que contrastaba directamente con las agencias japonesas más tradicionales, donde la IP casi siempre pertenece a la empresa.
Sin embargo, el sueño se topó con la dura realidad. Según “Gunrun”, a pesar de todos los esfuerzos, el negocio simplemente “no generó los ingresos necesarios para sostener ese modelo y, finalmente, nos quedamos sin dinero“. En otras palabras, la filosofía de priorizar a los creadores sobre los beneficios a corto plazo no logró la sostenibilidad financiera.
La polémica del dinero para caridad
Por si el cierre no fuera suficiente, el comunicado desveló un punto aún más oscuro. “Gunrun” admitió que parte del dinero gastado por la compañía, que había sido recaudado en actividades relacionadas con las VTubers, estaba originalmente destinado a una iniciativa benéfica.
El CEO explicó que, en ese momento, estaban luchando desesperadamente por conseguir más inversión para cubrir costes. Tomó la decisión de usar esos fondos creyendo firmemente que lograrían refinanciarse y reponer el dinero. No lo consiguieron. “Tomé la decisión de buscar financiación y asumo sus consecuencias”, sentenció, añadiendo una capa de controversia al ya dramático final de la agencia.
¿Y ahora qué?
El cierre de VShojo es un terremoto en la industria del VTubing occidental. Deja en el aire el futuro de talentos icónicos como Ironmouse, Projekt Melody o Zentreya, aunque el hecho de que posean su IP les da una ventaja crucial: pueden seguir creando contenido como independientes sin empezar de cero.
El fracaso de VShojo plantea una pregunta incómoda para toda la industria: ¿es posible un modelo de agencia VTuber que sea verdaderamente justo con el talento y, a la vez, rentable? El experimento de VShojo, lamentablemente, parece sugerir que encontrar ese equilibrio es mucho más difícil de lo que parecía.
“Gunrun” cerró su carta con una disculpa directa a todos los que creyeron en el proyecto: “Lo siento profundamente por todos los talentos, el personal, los amigos y los miembros de la comunidad. No os merecíais esto”.