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La NASA ha publicado un informe en el que revela que julio de 2023 fue el mes más caluroso registrado en la historia de las mediciones de temperatura global. Según los investigadores del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA, en Nueva York, julio de 2023 fue 1,1 grados centígrados (2,09 F) más cálido que el promedio de julio entre 1951 y 1980. El análisis de GISS se centra principalmente en los cambios de temperatura a largo plazo durante décadas y siglos, y un periodo base fijo produce anomalías coherentes a lo largo del tiempo. Las temperaturas “normales” se definen por varias décadas o más, normalmente 30 años.

Cuál es el informe de la NASA

El informe de la NASA se basa en datos sobre la temperatura del aire en superficie procedentes de decenas de miles de estaciones meteorológicas, así como de datos sobre la temperatura de la superficie del mar obtenidos por instrumentos instalados en barcos y boyas. Estos datos en bruto se analizan mediante métodos que tienen en cuenta el espaciado variable de las estaciones de temperatura en el planeta y los efectos del calentamiento urbano que podrían sesgar los cálculos.

El análisis de la NASA muestra temperaturas oceánicas especialmente cálidas en el Pacífico tropical oriental, lo que evidencia el fenómeno de El Niño que comenzó a desarrollarse en mayo de 2023.

Por qué hay que prestar atención a estas situaciones

La NASA advierte que el cambio climático está afectando a la gente y a los ecosistemas de todo el mundo, y esperamos que muchos de estos impactos se intensifiquen con el calentamiento continuado. El alarmante calentamiento del planeta se debe principalmente a las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano.

Y ese aumento de las temperaturas medias está impulsando el peligroso calor extremo que la gente está experimentando en todo el mundo. Las altas temperaturas de la superficie del mar contribuyeron al récord de calor de julio. El análisis de la NASA muestra temperaturas oceánicas especialmente cálidas en el Pacífico tropical oriental, lo que evidencia el fenómeno de El Niño que comenzó a desarrollarse en mayo de 2023.

Fenómenos como El Niño o La Niña, que calientan o enfrían el Océano Pacífico tropical, pueden contribuir en pequeña medida a la variabilidad interanual de las temperaturas globales. Sin embargo, estas contribuciones no suelen notarse cuando El Niño comienza a desarrollarse en el verano del hemisferio norte. La NASA espera ver los mayores impactos de El Niño en febrero, marzo y abril de 2024.