Electronic Arts, creadora de sagas como Battlefield y Madden NFL, llegó a un acuerdo para venderse a un grupo de inversionistas por US$ 55.000 millones, lo que la convierte en la compra más grande jamás vista en el mundo de los videojuegos.
El consorcio está formado por el fondo soberano de Arabia Saudita (PIF), la firma Affinity Partners de Jared Kushner y la empresa de inversión Silver Lake.
Los accionistas recibirán US$ 210 por acción, una prima del 25 % sobre el valor previo en bolsa, lo que disparó las acciones de EA casi un 5 %.
Para Arabia Saudita, la jugada es parte de su apuesta por diversificar su economía y convertirse en un centro mundial de gaming y deportes.
La compra también marca el regreso de las megaoperaciones en la industria, después de años en que los grandes negocios quedaron frenados por la crisis y el alto costo de los préstamos.
Más allá de las cifras, el gran interrogante es qué pasará con el futuro de las franquicias de EA. Analistas creen que con este respaldo financiero, la compañía podrá apostar por proyectos más ambiciosos y arriesgados.
EA se prepara para lanzar el esperado Battlefield 6, al tiempo que refuerza su catálogo deportivo, clave en su éxito global gracias al enorme gasto dentro del juego de millones de jugadores.
La operación aún debe superar la revisión de los reguladores y se espera que cierre en 2027, manteniendo la sede en California y con Andrew Wilson como CEO.